Donación Raquel M. Cáceres.
En Mancarrón, una isla del retirado archipiélago de Solentiname, en el Gran Lago de Nicaragua, fundó Ernesto Cardenal en 1966 una comuna cristiana. Un grupo de amigos que viven pobremente entre los indios campesinos. Dos casitas de madera, dos cabañas con techo de paja, una pequeña iglesia decorada por los indios con casitas y flores infantiles y alegres. Eso es todo. Estudiantes e intelectuales, poetas y artistas, hombres y mujeres que buscan algo, que necesitan tal vez una orientación para su vida, llegan a Solentiname para hablar con Ernesto Cardenal. Poco a poco, Solentiname se ha convertido en un centro de meditación y diálogo, en un lugar de peregrinación. Ernesto Cardenal, participante de "la rebelión de abril" de 1954 contra Somoza, discípulo de Thomas Merton en la trapa de Gethsemany en Kentucky, sacerdote, poeta y creador de una pequeña comunidad entre los campesinos del archipiélago de Solentiname (Nicaragua), nos ofrece en estas páginas, su visión del momento actual latinoamericano. Sobre la santidad de la revolución. Sobre poesía, revolución e iglesia. Poesías de inspiración cristiano-marxista.